El hormigón es perfecto para la realización de bases en distintos tipos de edificaciones. Sin embargo, pulirlo lo vuelve estéticamente perfecto para muchas construcciones, como parques, terrazas, caminos, pistas deportivas, entre muchos otros. Entonces, si estás buscando realizar una base de hormigón pulido, además de sus beneficios, debes conocer como se pule el hormigón para obtener todos esos acabados decorativos elegantes y que llaman la atención.
El hormigón pulido es una base de hormigón que, con respecto a su superficie, esta fue pasada por procesos de pulido. Dicho proceso normalmente se realiza con una máquina pulidora. Por otro lado, es importante destacar que es un proceso complejo, pero las ventajas que otorga son realmente espectaculares.
Pasos para realizar una base de hormigón
Para la realización de una base de hormigón, se deben seguir una serie de pasos que harán que quede perfectamente. No obstante, cabe destacar que el proceso debe ser hecho siempre por un profesional, es decir, un albañil, ya que es el que tiene los conocimientos para realizarlo correctamente. Sigue leyendo para saber cómo se pule el hormigón, un poco más adelante.
Preparar el terreno
Preparar el terreno es el primer paso, pues, no se puede crear una base si el terreno se encuentra desnivelado o sucio. Primeramente, debe limpiarse para poder aplicar el molde donde se echará la mezcla.
El encofrado
Se debe posicionar el encofrado correctamente en la zona donde se vaya a realizar el pavimento, pues, esto es lo que va a determinar la forma de dicha base. Cabe destacar que el encofrado también debe estar limpio, sin polvo ni nada que obstruya o se interponga con la muestra.
Verter y esparcir la mezcla
Posteriormente, se debe vaciar la mezcla en el encofrado anteriormente posicionado, la cantidad va a depender de la finalidad y uso que se le vaya a dar al pavimento. Luego, se alisa y se esparce la mezcla para nivelarla en todo el encofrado, haciendo que quede lo más derecha posible.
Entonces, ¿cómo es que se pule el hormigón?
Una vez realizado todo el procedimiento anteriormente descrito, se pule el hormigón. Para el proceso se emplea un abrasivo que se compone de diamantes industriales con el fin de que su superficie, en vez de ser áspera y rugosa, se convierta en lisa, brillante, de aspecto elegante y moderno.
Para poder pulir el hormigón, es necesario la utilización de una máquina pulidora que tiene diferentes formas y tamaños que se adaptan a la ocasión. Aparte, estas contienen discos de diamante y granos que son aquellos que varían de tamaño, aunque lo ideal es que para el trabajo se utilicen discos grandes y granos pequeños.
En dicho proceso, se pule el hormigón pasando una y otra vez la pulidora dependiendo de que tan suave y brillante se busque que quede el pavimento. Lo recomendable es que los movimientos sean circulares, puesto que así queda más uniforme. Algunas compañías optan por primeramente pasar un grano grueso y posterior a ello, un grano fino para un mejor acabado y en ocasiones una tercera mano con grano super fino. Por último, amolar para otorgarle mayor brillo.