El fratasado de hormigón es una variante de dicho material, cuya función es pulir y alisar una solera, que, a su vez, es utilizado para la base de una construcción. Este se usa tanto en interiores como en exteriores. El proceso de fratasar se realiza comúnmente con una fratasadora, sin embargo, existen ocasiones donde se debe realizar un talochado del hormigón. En ocasiones, porque no se dispone de la fratasadora y en otras porque realmente es necesario usarlo por alguna condición.
El hormigón fratasado otorga una gran ventaja para las construcciones, ya que se caracteriza por ser resistente, duradero y permite ser personalizado, es decir, que se puede pigmentar para que este combine con sus alrededores y la construcción en general. Aparte de ser realmente económico tanto su aplicación como su cuidado.
¿Qué es el talochado de hormigón?
El talochado del hormigón es un proceso que se realiza mediante una herramienta conocida como “talocha”. Este proceso consiste en sustituir el trabajo de una fratasadora por la mano de obra con dicha herramienta.
Así pues, la talocha es un instrumento de mano con forma rectangular y medidas alrededor de los 40 cm. Esta funciona para sustituir la fratasadora y lograr que el hormigón tenga un acabado similar. Para realizar este proceso correctamente, es necesario que la talocha esté previamente húmeda y que esta sea frotada contra el hormigón utilizando movimientos circulares.
Beneficios del talochado del hormigón
Talochar el hormigón ofrece ciertos beneficios que una fratasadora no puede otorgar. Pues, si bien este proceso se realiza de forma manual y es un poco más lento y sistemático, a veces es necesario así se tenga una fratasadora. El talochado del hormigón permite que después de vertirse pueda nivelarse y alisarse.
En ocasiones, es necesario fratasar el hormigón a mano, puesto que a veces hay zonas donde la fratasadora no logra hacer su trabajo efectivamente. Aunque también se emplea cuando necesitamos darle una forma más personalizada al hormigón, cosa que la talocha si permite hacer. Sin embargo, no es el único caso, porque en ocasiones donde se necesita fratasar y el hormigón puede congelarse o descongelarse, es ideal utilizar la talocha para manejarlo mejor.
Tipos de talochado
Dependiendo del trabajo a realizar, existen 2 tipos de talocha, aquellas que se caracterizan por ser lisas y aquellas que contienen fieltro. Cada una realiza un acabado distinto; aunque en la gran mayoría de ocasiones el uso de las 2 es ideal, puesto que una complementa a la otra.
Así pues, la talocha lisa es ideal para trabajar en las paredes y revocarlas perfectamente, aunque también se utiliza para aplicarle yeso al hormigón que se esté trabajando. Además, permite reparar grietas con pastas de enduido, aplicándolas por encima de las paredes y realizando movimientos circulares para esparcir dicha pasta.
Por otro lado, la talocha con fieltro se utiliza para reparar aquellas imperfecciones causadas por la talocha lisa. Por esta razón es que se deben emplear las 2 a la hora de fratasar el hormigón, ya que de esta forma se logra un acabado perfecto.